Es probable que lleves años creyendo cosas sobre el cuidado dental que, en realidad, no son ciertas. Desde técnicas de cepillado hasta el blanqueamiento o la importancia de los dientes de leche, hay ideas muy populares que pueden estar saboteando tu salud oral sin que te des cuenta. Como odontóloga especializada en rehabilitación oral y ATM, escucho estos mitos todos los días en consulta… y muchos pacientes llegan cuando ya es tarde. ¿Te gustaría saber si has estado haciendo algo mal sin saberlo? Aquí te cuento los 7 mitos más comunes y por qué es hora de dejar de creerlos.
1. “Si no me duele, no necesito ir al dentista.”
Este es uno de los errores más frecuentes. Muchas enfermedades dentales no causan dolor en las primeras fases. Cuando el dolor aparece, suele ser señal de que el problema ya está avanzado. La prevención no solo ahorra dinero, también protege tu calidad de vida.
2. “El blanqueamiento daña los dientes.”
El miedo a dañar el esmalte ha hecho que muchas personas eviten tratamientos profesionales de blanqueamiento. Sin embargo, realizados bajo supervisión odontológica, son completamente seguros.
El verdadero riesgo está en los métodos caseros o productos no regulados que circulan en internet.
3. “Mientras más fuerte me cepille, mejor limpio.”
Falso y peligroso. Cepillar con demasiada fuerza desgasta el esmalte dental y puede causar retracción de encías. Lo más importante no es la fuerza, sino una buena técnica de cepillado con un cepillo de cerdas suaves.
4. “Los dientes de leche no importan, igual se van a caer.”
Este mito ha causado graves problemas en la salud oral infantil. Los dientes temporales cumplen funciones fundamentales: guían la erupción de los permanentes, permiten una correcta masticación, fonación y desarrollo de los maxilares. Descuidarlos puede generar consecuencias a largo plazo.
5.“Si me cepillo bien, no necesito usar hilo dental.”
El cepillo dental no puede acceder a las superficies entre los dientes. Ahí es donde se acumula placa y restos de alimentos, favoreciendo la aparición de caries y enfermedades de encías. El hilo dental no es opcional: es parte esencial de una higiene bucal completa.
6. “Los trastornos de ATM y el bruxismo solo afectan a adultos.”
Cada vez más niños y adolescentes presentan signos de bruxismo o disfunción temporomandibular, muchas veces vinculados al estrés, la mala oclusión o hábitos orales. Detectarlos a tiempo evita complicaciones futuras que pueden afectar el desarrollo mandibular y la calidad de vida.
7. “Masticar chicle reemplaza el cepillado.”
Algunos chicles sin azúcar pueden estimular la producción de saliva y ayudar a neutralizar ácidos, pero no eliminan placa bacteriana ni sustituyen el cepillado ni el uso del hilo dental. Son un complemento, no una solución.
Conclusión:
La información es poder, especialmente cuando se trata de tu salud. Identificar y desmentir estos mitos es un primer paso para tomar decisiones más conscientes sobre el cuidado de tu boca. Si alguno de estos puntos te hizo dudar, estás a tiempo de actuar. La prevención, acompañada de una orientación profesional, siempre será tu mejor aliada.